Entre Murales Te Verás 

Todo mundo habla de Frida Kahlo, pero ¿alguien quiere pensar en los muralistas?

El muralismo es un movimiento artístico 100% mexicano que tuvo su época de oro tras la revolución mexicana de 1910. Muchos consideran que es arte oficial de los gobiernos del PRI, uno de los partidos políticos más fuertes en el país. Lo cierto es que este episodio  sólo fue uno de los muchos vividos y plasmados por los muralistas sin ser necesariamente herramientas gubernamentales.

Los genios detrás de este movimiento fueron Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, su propósito era que a través de los muros de edificios públicos como lienzos, sin tomar en cuenta la raza o clase social, los mexicanos conocieran la historia del país. A ellos se sumaron Gerardo Murillo (Dr. Atl), Roberto Montenegro, Rufino Tamayo, Federico Cantú y Jorge González Camarena.

Los murales forman una parte tan importante de nuestra cultura que incluso pasaron a ser portadas de los libros de texto distribuidos por la Secretaría de Educación, pero también los puedes encontrar hasta cuando vas al baño en alguno de los edificios del centro histórico.

En este post te mostramos algunos, no los que encuentras en los grandes edificios como el Colegio de San Ildefonso, Bellas Artes o el Palacio Nacional, sino otros un poco más escondidos, aunque con la misma calidad artística. 

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Patricios y patricidas

Pintado por David Alfaro Siqueiros, este mural es distinto de lo usual dentro de la corriente: más dinámico, más fílmico, menos didáctico. El mural abarca el techo y los muros oriente y poniente de la antigua aduana de la Ciudad de México. El título del mural alude claramente a la exterminación de una sociedad por otra, la lucha de clases, el cambio a través de la violencia.

Se puede visitar en el Centro Histórico en la calle de República de Brasil de lunes a viernes entre las 9:00 am y las 5:00 pm.

Omniciencia

Se encuentra en el Antiguo Palacio de los Condes del Valle de Orizaba, mejor conocido como la casa de los azulejos, la sede de Sanborns. Una vez desaparecido el porfirista y prestigioso Jockey Club, el inmueble fue arrendado a los hermanos Sanborns. El dueño del mismo lugar encargó a José Clemente Orozco esta pintura que puedes admirar antes de entrar al baño.

Sorprende la grave solemnidad del fresco y la apariencia majestuosa de las figuras recortadas. Los principios masculino y femenino enmarcan una enigmática figura que ha sido interpretada, a su vez, como elemento cristiano y como prefiguración del feminismo.

Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central   

La obra originalmente se encontraba en el Hotel del Prado, pero tras los daños sufridos en el terremoto del 85 fue transportada al Museo Mural Diego Rivera, ubicado en Balderas número 202.

Esta magnífica obra de Diego Rivera incluye a personajes de distintas etapas de la historia de México. Al centro está el autor de niño, entre la Catrina y su tercera esposa, Frida Kahlo. Desde la conquista hasta la Revolución, el identificar personajes es una actividad que les llevara un buen rato.

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Justicia

En “el recinto de los pasos perdidos” de la Suprema Corte de Justicia de la Nación hay un mural por cada punto cardinal, de modo que a donde voltees veas algo.

Los muros norte y sur son los más narrativos y se retratan diversos actos de injusticia ejecutados por personas “decentes” que esconden su identidad tras un antifaz. Mientras que, ajena a todo esto, la justicia, representada como una prostituta gorda, es mal usada por el hombre. Esta magna obra de Orozco, en la sede del poder judicial, ha sido considerada como la crítica más feroz a la justicia.

Apocalipsis

Otra obra de Orozco se yergue en el hospital más antiguo de México: la Iglesia del Hospital de Jesús Nazareno. Ubicada en el cruce de República del Salvador con Pino Suárez, la obra constituye una meditación personal del autor sobre el texto bíblico a la luz de los acontecimientos de la Segunda Guerra. La composición de este mural es muy compleja, no sólo por la abundancia de elementos, sino también la distribución de estos en distintas direcciones, lo que obliga al espectador a girar constantemente la cabeza.

La Revolución y los elementos

En la sala de lectura de la biblioteca pública Miguel Lerdo de Tejada, en el antiguo templo de los oratorianos construido sobre República del Salvador #49, se alza imponente la monumental obra de Vlady, en la que sigue el espíritu didáctico de la Revolución.

Pero incluye la cultura enciclopédica e imaginación febril del artista. Lennon y elementos freudianos se incluyen en esta obra, ¿eres capaz de encontrarlos?

David Eduardo Vilchis Carrillo

@vilchis_carrillo

Fuentes:

1984. Acevedo et. Al., Guía de Murales del Centro Histórico de la Ciudad de México, Ciudad de México, Universidad Iberoamericana, 1984.

Mauricio Jiménez, maestrante en Ciencia Política por El Colegio de México y experto en muralismo, comunicación personal, julio 2019.