Leyendas de pueblos fantasmas en México

Leyendas de pueblos fantasmas en México.

Dentro del sinfín de lugares turísticos que se puedes visitar en México, existen algunos que son conocidos por contar con una mística especial. Son leyendas de pueblos fantasmas en México que fueron abandonados por sus habitantes, pero que aún conservan rastros de su pasado, como si se hubieran congelado en el tiempo.

Si eres de los viajeros a los que les gusta lo paranormal, la aventura y conocer la historia del lugar que visita, te recomendamos considerar alguno de estos tres pueblos fantasma  en México como tu próximo destino.

1. La historia detrás de San Juan Parangaricutiro, Michoacán.

San Juan Parangaricutiro  es de los pueblos fantasmas más famosos de Michoacán. Es de origen Purépecha. Se encuentra ubicado a media hora de la ciudad de Uruapan, fue víctima de una erupción volcánica en febrero de 1943. Es una de las leyendas favoritas más conocidas de los pueblos fantasmas en México.

Cuenta la leyenda, que al poco tiempo de que las campanas de la iglesia sonaran por última vez. Los habitantes fueron evacuados mientras que sus casas y  construcciones quedaban sumergidas por la lava del volcán más joven de México, el Paricutín.

Actualmente, se puede visitar la iglesia de San Juan Parangaricutiro, la única construcción que no sólo sobrevivió al brutal fenómeno sino que se encuentra completamente erguida.  En medio de lo que alguna vez fue una civilización entera y que ahora se conforma únicamente de piedras volcánicas.

2. Un pueblo minero  fantasma Ojuela, Durango.

Ojuela es conocido como uno de los primeros pueblos fantasma mineros. Es uno de los lugares abandonados en México donde  antes contaba con aproximadamente 5,000 habitantes dedicados exclusivamente a la extracción de oro, plata, zinc y manganeso. Pronto se convirtió en uno de los sitios más prósperos de la época, hasta que a mediados del s. XX la mina quedó inutilizable gracias a una gran inundación. Razón por la cual, el pueblo se vio en la necesidad de buscar un nuevo hogar.

Uno de sus principales atractivos que tiene el lugar, es el puente colgante de 318 metros de largo y 1.80 de ancho. Fue construido en 1892 sobre un barranco de 95 metros de profundidad, que conecta dos cerros y te lleva a directamente a los túneles de la antigua mina, pero la aventura no termina una vez que te atrevas a cruzar por su rechinante y tambaleante estructura.

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3. Un lugar abandonado Guerrero Viejo, Tamaulipas.

Guerrero Viejo, Tamaulipas.

Este pueblo fantasma fue fundado en 1775. Es un lugar donde sus habitantes vivieron en paz, hasta que  el gobierno de México y de Estados Unidos construyeron la Presa Falcón en 1944. Esto hizo que la población decidiera evacuar la zona ya que el nivel del agua podría alcanzar a inundar el poblado entero. La población fue reubicada en 1953 en la nueva ciudad de Guerrero.

Actualmente, sólo se puede visitar cuando el nivel de agua lo permite. Lo interesante de este lugar es que la única construcción que se mantiene casi intacta es la iglesia. El resto del lugar, se convirtió en montones de piedras que han adquirido tonalidades únicas a lo largo de los años.

Actualmente, el lugar cuenta con una zona en donde puedes acampar, pescar, practicar esquí acuático y senderismo. Es ideal para pasar un par de días llenos de misterio e historia pero recuerda no llevarte alguna piedra como souvenir, pues se dice que está repleto de espíritus guardianes de la zona que no dudarán en dejar caer una maldición sobre ti.

Visitar estos pueblos mágicos es sin duda alguna una experiencia extraña, que combina un poco de melancolía y añoranza con lo paranormal. Son pueblos que a través de su silencio nos cuentan una historia, su historia.

Editorial Be México | Alexa Cándano